Aunque Mónica no es cocinera (por lo menos en el cole), es una de las chicas que está con nosotros en el comedor y que nos ayuda a comportarnos, comernos todo y a echarnos una mano cuando nos hace falta. Sin ella y sus compañeras sería muy difícil organizar a las más de 500 personas que comen en el SEI cada día. Si encima es tan simpática como ella, todo parece mucho más sencillo.